top of page
  • Foto del escritorAmarylis Fdz.C.

Aquel segundo intento en el que casi te olvidé


Después del ridículo en mi primer intento de olvidar...

Resultó que un amor del pasado casi me hace conseguirlo...


Aun recuerdo lo mucho que me encantaba que me miraran esos ojos, azules, perversos, con ternura y un tanto de misterio... Esta historia fue un inesperado reencuentro que revivió ilusiones del pasado y despertó pasiones nuevas...


Habían pasado diez años desde que nos conocimos, y ahora ambos teníamos cicatrices bastante profundas en nuestras almas, pero las sensaciones de aquel primer beso en la playa fueron tan intensas que se camuflaron todas las señales de alerta latente que claramente clamaban en nuestro fuero interno.


Recuerdo que estábamos un poco inquietos, nerviosos, y hasta torpes durante la cena, pero al comenzar a caminar bajo las estrellas y junto al mar nos fuimos relajando lo suficiente para dejar que la calidez de una nueva posibilidad nos arropara.


Hablamos de nuestro pasado, recordamos con cariño aquella pequeña y breve pasión que a mi siempre me supo a inconclusa, y que para mi sorpresa él también recordaba.


Hacía un poco de frío, era marzo, y la brisa marina nos hizo acercarnos, al final éramos uno, abrazados y acompasados el uno con el latido y la respiración del otro.

Cuando llegó el primer beso se nos pasó por completo el frío...

No se me olvida que comenzó muy lento, pero en nada se volvió difícil no acelerar, ya no digamos parar...

Cada caricia tierna se fue volviendo más apasionada, y su lengua iba despertando cada capa de mi cuerpo una a una sin prisa.

Allí fue cuando lo noté, esa pequeña chispa que pedía tímida aflorar, y esa voz interna que me decía... <<tranquila, déjalo ser, quizá esta vez si puedas...>>


Y aunque los cuatro meses siguientes estuvieron llenos de momentos tiernos, mi mente y mi alma vivían en contradicción, con demasiada precaución llevaba cada una de mis palabras a la ejecución y escatimaba siempre a la hora de mensajerar...


Cuando poco a poco iba ya más cerca de las últimas capas que me oprimían cambió la tónica de esa breve e ilusoria relación que nacía.


Me retó, y yo también a él...


Mientras esperaba en una cola para comer, y hablaba con el móvil con él, me preguntó que hacía y en vez de escribir le mostré donde estaba, sin percatarme de la exuberante belleza rubia que tenía delante...

Como cabía de esperar hizo un comentario sobre ella, haciendo referencias a la comida pero hablando de ella evidentemente.


Curioso fue que como siempre me pasa en estas ocasiones, me pico un poco pero en vez de mostrar mi interés por él, hago lo contrario, y le abro la puerta a la huida.


Le dije que podía, si le gustaba, conseguirle el número, y de hecho lo hice; en situaciones así se me sube la adrenalina y me atrevo con cosas que normalmente veo absurdas, como en esta ocasión, acercarme a una guapísima desconocida y pedirle su numero para mi "amigo"... y al mostrarle una foto evidentemente me lo dio.

Puedo ser muy persuasiva cuando la euforia controlada me invade.


Yo no pretendía que pensara que no le quería para mi, solo quería mostrarle que los celos no iban conmigo y que quien quiere estar conmigo ha de hacerlo porque así lo quiere, por elección, libre elección. Pero la jugada se vio de otra forma, y lo que pretendía ser un reto para que al final escogiera besarme toda la noche, se convirtió en una ofensa.

Sus palabras claves fueron... a caso te da igual perderme? no vas a cuidarme?

Y entonces lo vi claro, esto iba a dejar el rumbo que llevaba.


Yo no voy a perseguirte, no voy a celarte como una obsesa, los ojos se hicieron para ver, la confianza está echada, es tu elección, saber lo que quieres y demostrarme que soy yo y lo que eso implica, es tu responsabilidad, no la mía.


Eso has de tenerlo claro si quieres estar conmigo. No me va el poliamor, y tampoco estoy dando carta blanca a la infidelidad, pero entiendo de la respuesta bioquímica que una atracción física entraña, también tengo claro que quiero a mi lado alguien capaz de discernir las sensaciones que vive, y las controle porque tenga su lealtad a lo nuestro bien clara. Por eso es tan importante eso de la libre elección y siempre pongo a prueba a las personas con las que vivo una relación, soy muy de abrirle la puerta para probarle que es libre de irse siempre que deje de sentir que me quiere. Y la misma confianza y seguridad espero de su parte.


Ahora entiendo que las heridas que llevaba en su alma no estaban curadas, y aunque las mías tampoco lo estaban si que tengo claro que los celos enfermos no están en la ecuación conmigo, pero era muy difícil que lo viera como yo...


Pero en ese momento no entendía su distanciamiento, la metamorfosis... sé que me dolió..


Pasamos de una relación con visión de futuro a una más pasional y efímera...

Para cuando llegó el verano ya se había acabado, y sin mucho tacto lo que tan especial había empezado terminó.

Como cuando enciendes el fuego y lo avivas tanto y tan fuerte que desaparece sin dejar mucho cuando se va.


Empiezo a entender que para mi en una relación si al sexo le quitas el toque de amor, interés e imaginación, va perdiendo eficiencia...


Sin embargo de tanto en cuanto seguimos acudiendo el uno al otro para darnos calor en esas noches en las que el calor aprieta demasiado y la soledad seguimos abrazando.


Y así fue, mi segundo intento de olvidar...



5 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page