Prólogo
¿Sabes eso de sentir cuando alguien te está mirando?, es completamente verídico, aunque suene a leyenda urbana, es totalmente cierto.
Al darme la vuelta; allí estaba, observándome desde el rincón como si estuviera viendo algo efímero y tan bello que no quisiera que se le borrara de la memoria. Descubrirle mirándome de esa manera, hizo que se me escapara una de esas sonrisas de satisfacción que él correspondió con otra... muy sexy por cierto.
Afortunadamente para mi, le acompañaba una cara conocida, y aunque tampoco es que le conociera más que de algún hola y adiós en el gimnasio, esa noche no me importaba acercarme a él y preguntarle abiertamente por su amigo.
Por su expresión sé que le dolía un poco en el ego que solo me acercara con semejante interés pero, sabía que podía compensarlo presentándole a alguna de mis acompañantes... De modo que efectivamente aceptó el trueque... Y todos felices.
Después de un rato bailando cada quien desde su rincón, salimos del local todos juntos, y evidentemente los chicos querían seguir la fiesta en otro lugar. Para ser sincera tampoco es que Alice y yo quisiéramos dar por acabada la noche, así que aceptamos la invitación de los caballeros. Nico me dio su carnet e Ivan le dio una anillo que llevaba a Alice como una especie de aval de que estarían en el lugar acordado.
Dejamos a la amiga de Alice en su casa y fuimos a dar con los chicos.
Esa noche me sentía valiente, con ganas de un amor de una noche, así que no me importó ningún tipo de protocolo o decoro, y me limité a disfrutar del momento, como nunca había hecho hasta ese noche.
Después de conversar amenamente cada pareja en su lado seleccionado del mirador, Nico y yo vimos como Alice e Iván comenzaban a besarse... Lo que evidentemente nos hizo reír y cambiar de posición acercándonos aun más en un tierno abrazo que acabó también en beso... Pero el nuestro fue diferente.
Nico y yo jamás nos habíamos visto antes, pero durante esa noche parecía que nos conocíamos de toda la vida, pues con solo mirarnos nos decíamos todo... Aun así yo estaba decidida a disfrutar de esa noche dando por sentado que jamás volvería a saber de él.
Nos despedimos e intercambiamos los número de teléfono, como parte del ritual social, y aunque mi intención era que todo quedase allí, no pude evitar la sensación de satisfacción al recibir su mensaje.
Estuvimos saliendo dos semanas pero, he de reconocer que jamás lo consideré si quiera algo serio, creía que solo quería quedar y que nos enrollaremos, a fin de cuentas era el típico guapo al que jamás ves tomándose en serio a ninguna chica.
Pero si que buscaba algo más, porque a la tercera vez que intentó tener una cita conmigo y le atendí en el pijama más cutre que tenia, dejó de escribir, y yo comprendí que para bien o mal, el tema había acabado. Fue entonces cuando me di cuenta de que me había equivocado por prejuicios... con alguien que sí que me gustaba y bastante...
Pero nueve años después fueron sus prejuicios los que dejaron inconclusa la historia.
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Capítulo 1
El Reencuentro
Nico-Hola, ¿qué tal estás?
Samantha>Hombre! Bien ¿y tu?
-La verdad que bien, te vi de casualidad por aquí...
>Que bueno, me alegro, pues yo llevo tiempo por aquí...
-Yo soy nuevo... vaya la ultima vez que te vi fue con Isy por la ciudad...
>Cierto, y de eso hace mucho...
-Y que lo digas
...
Así comienza una conversación como cualquiera, donde dos personas se reencuentran mediante una red social que con su manía de sugerir seguidores, en ocaciones une o separa aun más esas almas que ya en su momento se habían cruzado...
Al reencontrarse por primera vez, ambos se sienten bastante perdidos y nerviosos por toda la situación pero no dejan de sonreír.
Poniendose al dia, cual viejos amigos; cenan y dan un paseo como una pareja más que disfruta de la cálida noche costera...
Al llegar a la playa se tumban a contemplar el mar y las estrellas que se asoman entre las nubes, como si intentaran ser testigos de lo que está por suceder.
Tímidos y cándidos se sorprenden pensando, cómo es posible que se volvieran a encontrar y justamente ambos estén solteros y dispuestos a retomar el contacto...
Cual película romántica, el frío los hace acercarse...
Sam apoyaba su mejilla en el hombro de Nico mientras se refugiaba en su brazo. Él le busca la mirada y ambos en trance se quedan colgados el uno del otro, surgiendo con toda ternura ese mágico beso.
Sam no podía creer lo que estaba sintiendo en ese momento, hacía tiempo que creía que no sentiría nada más al besar los labios de alguien, y allí estaba, notando cómo se aceleraba el latido de su corazón y a la vez se relajaba todo su cuerpo, con una sensación de euforia y paz apoderandoce de ella. <<Si que puedo sentir>> pensó.
Incrédulos se quedaron mirando y acabaron sonriendo porque ambos pensaban exactamente en lo mismo y lo sabían. <<Quién diría que después de todo aquí estaríamos de nuevo>>.
Sam sospecha que de alguna manera todo esto surge por la situación en la que se encuentra actualmente, superando su última historia de amor, y aprendiendo a tomar las experiencias de la vida con perspectiva, pues de alguna manera de todas las situaciones vividas ha ido tomando forma su carácter y todos esos matices de su personalidad.
Nico también siente que es una señal del destino volverla a encontrar justo ahora que acaba de romper su relación, pero esa ilusión le deja ciego ante la situación actual de Sam.
Casi sin poder evitarlo Sam empieza a pensar de nuevo en su último drama, arruinando el momento, aunque solo sea en su mente. Otra vez la sensación de incertidumbre y dudas sobre si lo que está pasando es real o una efímera mentira.
<<Céntrate en disfrutar el momento>> se dijo.
- Qué piensas?
> En cómo hemos llegado hasta aquí. << mintió >>
- Lo que importa es que ahora estamos aquí, ¿no?.
...
Conversaron un poco más sobre sus vidas, y recordaron un poco el pasado pero los besos eran demasiado satisfactorios y cálidos como para dejarlos de lado. Aun así ambos notaron que no podían seguir porque la intensidad se iba tornado demasiado..., apasionada.
En los siguientes días Sam se encontraba algo aturdida, pues le daba miedo que ése fuera el comienzo de otra nueva relación, y aunque muy en el fondo le hacía ilusión, más que por la idea de estar con alguien, por la sensación que reencontrarse a Nico le había causado, una parte de ella sentía que apresurarse con alguien e implicarse emocionalmente en algo serio, podría ser quizá agobiante y hasta frenar su progreso. Después de todo, le fue muy difícil dejar a su ultima pareja y ni hablar de centrarse y retomar sus metas.
Nico estaba muy ilusionado, siempre le había atraído Sam, y una parte de él se moría de ganas por retomar la historia, se podría decir que ni siquiera recordaba porqué no había seguido con ella en su momento, y hasta llegó a pensar que quizás, de haber continuado, no habría pasado por la decepción de una infidelidad.
Frenético, escribía siempre a Sam para darle los buenos días e intentaba mantener el contacto durante el día. Sam era más tímida, e intentaba mantenerse centrada en sus cosas para no verse arrastrada por la bonita ilusión de los comienzos, que como ya sabía, no dura eternamente.
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