top of page
  • Foto del escritorAmarylis Fdz.C.

Escapada a Málaga, una ciudad con alma

Muchos de los que estáis aqui leyendo hoy sobre mi experiencia de #viaje fueron testigos de ella a través de mis redes sociales, pero aún así no he mostrado al completo lo que viví en esa ciudad tan especial.


Málaga una ciudad con alma

Y es que todo aquel que la ha visitado, queda prendado de ella, Málaga tiene vida, y en ella radica su belleza.


Durante mi viaje intenté centrarme en conectar, en vivir en ella, más que en capturarla para el recuerdo con fotos de cada rincón. Y a pesar de haber visto su casco histórico y sus barrios colindantes, estoy segura de que debo volver porque hay mucho de lo que aún me queda por enamorarme.


Éste viaje organizado en parte por mi, y en parte por mis amigos de Viajes Ten Mar, comenzó de imprevisto, tras la noticia repentina de mis vacaciones oficiales que me transmitió mi jefe poco antes de recibirlas. No tenía dinero para ellas, daba por sentado que éste año sería otro más sin viaje, pero me decidí a premiarme.


Los últimos tres años desde mi último viaje, han sido bastante agotadores. Decidí volver a estudiar para retomar mi profesión como organizadora de eventos y agente de viajes, pero luego llegó el covid y echó por tierra todo el futuro que me planteé y hundió mi motivación haciéndome sentir que todo el sacrificio de tiempo, esfuerzo y dinero habían sido en balde. Así que tras muchas dudas y una sesión de autoayuda con una fantástica escritora que sigo, en Instagram @lasclavesdesol (Sol Aguirre) me decidí a terminar mi ya tocada tarjeta de crédito y darme ese premio que tanto me debía para reconfortarme.


Y me fui... porque sí, porque me lo merezco, y vaya viaje!



Tras echar un breve vistazo a internet, y revisar de cuanto disponía para el viaje, llamé a mi agente y al cabo de nada ya tenía el billete esperándome.


El hotel lo reservé por mi cuenta y por cierto, si tuviera que hablar de algo malo de éste viaje, sería precisamente mi estancia en el hotel, pues si hubiera hecho caso a mi agente de viaje, habría habido más confort, por eso, primera y última que me busco el hotel fuera de mi agencia de viajes... Para los que quieren recomendaciones de viaje, sin van a Málaga y queréis comodidad, que la ropa no se os arrugue y que la basura del baño no esté en medio de la habitación, no vayáis a el Easy Hotel Málaga City Centre.


Sin embargo no puedo quejarme de nada más, el resto fue como la seda, el vuelo y el embarque prioritario que me preparó mi agente, compensaron mi metedura de pata con el hotel y me proporcionaron la tranquilidad de un viaje sin contratiempos.


Durante el vuelo divisé África y sobrevolé el Estrecho de Gibraltar , como veis en la foto que aquí os muestro, y que ya forma parte de la selección para mi galería en Instagram @lagaleriadeamy ... allí siempre subo esas postales con las que me quedo al #viajar ... Y si, volé con Vueling; a la ida el viaje fue super placentero, y aunque al desembarcar nos pasaros por unas puertas con monitores, no nos pidieron ninguna PCR o certificado de nada, sin embargo a la vuelta a Tenerife si que nos lo pidieron, y dado que el avión ya venía repleto, no como a la ida que dejaron un asiendo vacío entre pasajero y pasajero, el viaje no fue tan gustoso como el de la ida, además pasamos por turbulencias durante gran parte del tramo y al aterrizar, menos mal que el piloto aterrizó sin problemas... o quizá me gustó menos el viaje porque significaba que se acaba la escapada...


Al llegar a Málaga

Como a eso de las 19:15 de la tarde aterrizaba yo en la costa del sol, y sin complicaciones, me bajé del avión y cogí el tren al hotel, que en menos de 15 minutos me dejó en mi destino, la estación de Maria Zambrano, a dos cuadras del hotel. Yo quería vivir la experiencia del día a día en la ciudad así que utilicé su muy bien comunicado transporte público para todo.


1era cosa que me encantó de Málaga: no hace falta esperar más de 5 o 7 minutos para encontrar tu transporte a donde quiera que vayas.


Tras dejar todo en el hotel, me duché, me vestí y me dirigí a buscar la cena, justo en la esquina de en frente hay un bufé libre de comida china, mi favorita, así que no dudé en entrar y deleitarme a placer. Por 15€ acabé llena hasta los topes...



Después me di un paseo a pie hasta el centro en busca del paseo marítimo, para bajar la comida y comenzar a curiosear la zona que iba a ser "mi hogar" por ese fin de semana...


Qué maravilla;

Una vida nocturna pacífica pero exuberante cargada de música, sabores, risas y mucha marcha, relajada, pero marcha. Había gente por doquier, música chillout, y luces de colores ambientando cada rincón del paseo. Me sorprendió que me dieran las once de la noche y no solo los bares estaban abiertos y llenos de gente, si no también tiendas, franquicias como Ale-Hop "la vaca" como le dicen mis compis, abiertas hasta las dos de la mañana.

Ojalá hubiese aquí en mi isla esa actividad... pensé.


Qué vida, qué ambiente...

Yo no soy fiestera, pero tener qué hacer tras las 22:00 me pareció ideal y reconfortante.


Paseé hasta "La Farola" como llaman los malagueños al faro que encabeza el paseo marítimo, y una guía lugareña me contó al día siguiente que por lo visto está inspirada en la mujer malagueña típica, según ella, pequeña y de caderas anchas....


Tras inspeccionar el mercadillo, las vistas y disfrutar de la brisa cálida, regresé al hotel con la sensación de que no me alcanzarían los días para ver todo de Málaga , imaginando instantáneamente mi regreso a esa ciudad en un futuro próximo.

Medité sobre lo que haría al siguiente día, por la mañana tendría un tour y por la tarde estaría libre para ojear rincones de ésa ciudad mágica. A medida que caminaba observaba con mis ojos, y no a través de la cámara, a mi alrededor pensando en la primera persona que me habló con tanta pasión de aquel territorio cercano y desconocido que ahora me recibía tan calurosamente.


Me sentí libre, me sentí en paz, me sentí conectada a Málaga.

Los viajes siempre son reparadores y una gran fuente de inspiración pero Málaga resulta especial aunque no tenga claro de donde en concreto brota su magia...


Al segundo día desperté emocionada,

Había soñado con el marinero que me habló por primera de vez de Málaga y entendí que empaparme de aquél lugar era la misión y la cura que pedía mi alma.


No desayuné, me fui directa al centro a buscar la calle donde me esperaría la guía para mi tour histórico por el centro, y lo encontré tan rápido y fácil que me dio tiempo a echar la vista atrás en busca de alguna tienda con golosinas y bebidas con las que apañar mi apetito durante la caminata, y no me costó nada encontrar más de una, por lo visto en cada calle de Málaga hay siempre alguna tiendita dispensaria.


Arrancamos aquí


En el barrio del Soho, frente al teatro sede de los Goya y propiedad del mecenas de Málaga, Antonio Banderas.

La guía nos contó éstas y muchas más curiosidades, por lo visto el actor está entregado a su ciudad, y colabora en infinidad de proyectos para incentivar la cultura y sobre todo el séptimo arte en su tierra natal.


Nos contó que el barrio es un lienzo urbano, ya que era una zona un poco deprimida de la ciudad a pesar de estar junto al casto histórico, el ayuntamiento decidió convocar artistas urbanos para colorear sus paredes y dar vida al barrio bohemio de Málaga. Con murales como el que veréis a continuación por muchos rincones del Soho el arte se muestra ante los ojos atentos de aquel que deambule por sus calles.

Continuamos hacia el centro y nos detuvimos en la estatua característica del Cenachero; por lo visto antaño se vendía el pescado pregonando por las calles con dos cestos enormes colgando de los codos, con unos veinte kilos de pescado en cada brazo, hoy en día no se hace eso de llevar pescado en cestas por la calle, por cuestiones sanitarias obvias, pero si que se sigue pregonando en el mercado. Sin embargo la tradición del "Cenachero" sigue viva porque durante la famosa Feria de Málaga, una de las atracción y costumbres, es un concurso mediante el cual los participantes compiten por ser el "Cenachero" que llega a la meta del recorrido antes que el resto y con la mayor cantidad de pescado. La razón por la que se le llama "Cenachero" a éste característico personaje popular, es que los cestos que lleva se le llaman cenachos. La escultura en bronce, fue realizada por el artista malagueño Jaime Fernández Pimentel en 1968. Pero la interpretación de nuestra guía sobre el personaje tenéis que vivirla.

Después nos fuimos a la plaza donde Yolanda, nuestra guía nos contaba cómo había evolucionado a lo largo de los años, los cambios que se le habían ido dando a medida que cambiaba la ciudad, sus costumbres y sus usos. Hasta llegó a contarnos de la foto de pequeña que le hicieron sus padres en un burrito que ahora se le quedaría un tanto pequeño. Dos de nuestros compañeros de tour eran locales que volvían por vacaciones a su tierra, así que corroboraron la historia. Yo me quedé mirando tantas cosas y escuchando las historias tan absorta que nunca vi el burrito.. por eso no hay fotos... Sim embargo otra de las veces que crucé por la plaza para ir al centro hice esta foto de la avenida que conecta la estación con el centro.


Al cruzar ésta avenida, nos llevan a la famosa calle Larios, donde bailó Marisol, donde se expone de tanto en cuanto Banderas, donde se suelen hospedar los famosos y donde están las tiendas más internacionales de shopping ...



Por lo visto es la calle galería de la ciudad, donde todos los años se visten de gala en navidades o en cada festividad.

Por su puesto que Yolanda nos contó la historia de la fundación de ésta famosa calle, la verdad nos dijo muchísimas cosas, pero creo que os puedo decir, sin temor a equivocarme, que fue gracias al Sr. Larios, y a su dinero que se logró terminar de construir, está visto que los malagueños aman su tierra y cuando crecen adoran dejar su huella en ella dándole algo la mejore. Quizá sea esa la razón de que me haya gustado la ciudad, está hecha por sus gentes, y por el amor que ellos le profesan.


En la foto siguiente os muestro la estatua del caballero cuyo nombre bautizó esta calle, pero si no me equivoco esa estatua no tuvo una historia tan romántica, por lo visto hubo que restaurarla, pues en un momento de trifulca se tiró al mar. La historia os la pueden contar mejor los guías en el lugar, yo como veis tengo memoria de pez, y para no equivocarme con los detalles, os invito a hacer el tour, es gratis.



Después de esta entrada en la calle Larios, comienza el recorrido por las callejuelas de la ciudad, donde se vislumbra el paso del tiempo y la historia que ella perdura.

La arquitectura de cada rincón muestra las distintas épocas, hay arquitectura mezclada en algunos edificios pero es como ir a un museo, pues se pueden ver edificios antiguos, otros modernos, y las variaciones artísticas entre cada uno de ellos como si de una exposición se tratara.

Par ano hacer tan extensa la lectura, y para no avergonzarme más con mi falta de retención de la información, os muestro una galería de las fotos que hice durante el recorrido, Yolanda por su puesto si nos dijo la época de cada edificio, y su historia, pero mi cabeza no abarca tanta memoria...

De entre sus peculiares calles avistamos El Museo Picasso, El Tissen, el parvulario donde empezó Picasso y su casa, La iglesia donde se le bautizó, el cine donde se proyectan obras originales, si no me equivoco también propiedad de Banderas, el famoso Pimpi; donde van los famosos a disfrutar de tapas...


En definitiva un lugar cargado de historia...

Aqui nos encontramos en la entrada de uno de los lugares de culto religioso que sobrevivió a un terremoto, tiene una grieta que va de arriba a abajo visible justo al lado de ésta ornamentada entrada ubicada en la calle Santa María.

Éste edificio está justo detrás del que os mostraré a continuación y pertenece al obispado.

El que os muestro ahora está diagonal a la catedral, en la misma plaza y se utiliza como centro cultural de la fundación Unicaja y data del Barroco.



Como veis aquí son muy pocos los que llevan la mascarilla correctamente, es cierto que hacían unos 35º C pero a la fresca tampoco es que se cubrieran mucho. A sabiendas de ésta tónica en Andalucía, yo me preocupé por vacunarme cuanto antes y no pensaba viajar sin estar vacunada al completo, sin embargo, tampoco me quité la mascarilla durante ninguna parte del recorrido.


Bueno, apartando el comentario ahora le toca el turno a la consentida de Málaga, la catedral y centro neurálgico de la ciudad. La famosa Manquita.


Una edificación con una historia peculiar, y a la que los malagueños le han cogido tanto cariño que cuando se ha propuesto reformarla y terminar la torre que falta, todos han dicho no a ese cambio de simbolismo, pues adoran llamarle la "manquita".

Se le llama así porque la segunda torre está sin terminar, cuando se estaba construyendo se quedaron sin fondos para terminarla y aunque a día de hoy si que los hay, los malagueños ya no quieren quitarle el apodo a su amada catedral.

Ahora viendo la imagen me doy cuenta de que tengo más razones para volver, y es que la panorámica de la manquita me ha quedado movida, debo ir a rehacer la foto...


Mientras íbamos de camino a la manguita ya la visualizábamos por los callejones y la capturé por el lado de su torre terminada con ésta visual.



Hay otra edificación con peculiar historia, o leyenda en el centro de Málaga, ahora veréis...

Por lo visto se habla que aquí se hacían como un ritual donde se rendía culto religioso con unas cadenas que se utilizan a día de hoy como delimitación y decoración en la entrada, pero que nuestra guía con datos más reales nos desmintió, sin embargo si que nos hizo ver que la edificación tiene más pinta de fortificación, pues sus gárgolas son bocas de cañón y es muy probable que sirvieran para defender la ciudad de los piratas que constantemente circulaban por las costas.


Continuamos el recorrido y llegamos al final para visualizar el teatro romano y por supuesto los pies de la alcazaba.

Si os fijáis en el video, hay una mini pirámide como la del Louvre en París, y sí fue hecha por el mismo autor, y aunque no recuerdo que nos contratan mucho sobre el teatro romano, si que nos explicaron que la alcazaba también se le considera una fortificación pero que para que la entrada a la ciudad desde la montaña se protegiera se creó el Pórtico más arriba, y así Málaga se protegía desde ambos lados, a la par que creaba fantásticas vistas desde sus fortificaciones.


Más tarde, ya por la noche, intenté subir, pero no culminé el recorrido al alcazaba y menos aún al pórtico, mis piernas fallaron a la bajada, y aunque circulaba gente de tanto en cuanto por la zona, lo que me frenó más fue encontrarme a un grupo de chavales sin camisas todos sentados en los muros fumando y chillando como si fueran los dueños del paseo... Siendo una mujer relativamente pequeña, viajando sola y en un paseo con tramos de plena oscuridad, no me pareció prudente seguir subiendo...

Mi idea era intentarlo de nuevo al día siguiente pero recordé que aún no había tocado la playa, y viniendo de Canarias, me parecía imperdonable, además aun me quedaba comprar los detalles para la familia así que lo que pude capturar desde el camino al alcazaba se resume en las siguientes imágenes.


Al día siguiente

Un día de playa...

Por lo visto a los malagueños (no a todos seguramente) pero a los que conozco que viven por ahí, no consideran La Malagueta su playa favorita, por lo visto que se paseen tantos turistas y vendedores ambulantes por la zona les crean un pelón de repulsión, yo diría que es un fastidio ciertamente, pero quizá yo tuve suerte, no solo encontré hueco suficiente para mantener la distancia e ignoraba con facilidad a los vendedores, si no que me pasé media mañana y medio día en la playa agustísimo.

La brisa fresca que aportaba el mar fresco, bueno helado, aportó el equilibrio que necesitaba para descansar de tanto pateo del día anterior...

Ahora pensaréis, pero chica si vives en Canarias, qué frio vas a tener tú en esas aguas.... Pues si señores, os cuento que desde que llegué a la playa oí a todos quejarse de lo fría que estaba el agua, incluso a los lugareños, y pensé que estaban tan acostumbrados al agua cálida que seguro que exageraban, pero resulta que no...

Por ir de valiente, me fui directa al agua, y con la misma que entré salí, parecía agua de la nevera, literal, y no es como en nuestras aguas, que en cuanto te metes dentro se te quita el frio, no, allí intenté quedarme y me estaba congelando...

Me pareció curioso que las corrientes de nuestras aguas fueran más cálidas a pesar de estar en medio del océano, quizá tenga que ver el hecho de que somos islas volcánicas...


No me levanté de la arena hasta que mis tripas me rugían con hambre ...

Después de ese maravilloso día de playa del que no quería que se acabaran las horas, y tras almorzar, caminé hacia la calle Larios y compré los detalles para mi familia, continué hasta el hotel y me di una ducha, me cambié y volví al centro, hasta que me di cuenta de que podría haber tomado el bus a dos pasos del hotel....

Tomé el bus en el centro, viendo los carruajes con los caballos a la sombra, por lo visto dar un paseo en carruaje es algo muy típico que no puede faltar, yo me lo apunto para mi próxima vez...


Tomé la linea 3 rumbo a El Palo, y me bajé en la Av. Juan Sebastián el Cano parada 1128 , bajé la segunda calle a la derecha todo recto y llegué al destino, El Chiringuito Hermanos Muñoz, donde por su puesto probé los famosos espetos, me refresqué con un buen gazpacho, y me llené con unos tomates aliñados enormes y una clarita por 10€, de haberme tomado los espetos en la malagueña, me habrían salido la ración a 8€ aquí solo 3€ y además con un atardecer estupendo aderezado con un músico y su guitarra española...

Me imaginé en algún libro romántico...

Qué felicidad... La verdad es que ése momento me sentí la persona más afortunada del planeta, quizá sea por aquello de que con la "barriguita llena corazón contento", pero aquel atardecer, esa brisa fresca, la música, el ambiente, el aroma y el atardecer como telón de fondo me recordó que aquella frase y titulo de película es muy cierto, pues a pesar de todo, "La Vida es Bella..."


Regresar a casa es duro, pero si vives en las Islas Canarias, cuesta menos... para qué negarlo.

Tras mi idílico viaje retomé rumbo a casa, me pasé de precavida y estuve en el aeropuerto desde las 10:30 así que me dio tiempo de revisarlo al completo, bien me gusta a mi un paseo por los aeropuertos, imaginar las historias de los pasajeros que van de un lado a otro con sus maletas cargadas de historias... me recreé en la galería de arte que tienen montada en él, aqui os pasaré el link al video para que echéis un vistazo...


Así resumo mi viaje, Málaga una ciudad a la que volveré sin duda, que me dejó vacía de malas cargas y me llenó de paz, felicidad y renovadas esperanzas...


¡Hasta proto querida Málaga!

12 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page