Stephen King... me propuse hace un tiempo, leer todas sus obras en orden cronológico, pero me resultó imposible resistirme a la tentación en cuanto vi este libro... uno de los últimos de el afamado autor...
No voy a mentirles, me gustó desde el momento uno, y no se me hizo para nada pesada la lectura a pesar de ser un buen ejemplar de más de ochocientas páginas...
Me encantó la simpleza con la que fluía la historia relatada desde el protagonista, y las imágenes de cada capítulo lejos de acerté adivinar lo que sucederá, te absorben en la lectura ...
Me encantó el personaje de Charlie, el prota, pero obviamente mi favorita es Rades... morí de amor con esa perra tan lista!
El tercer personaje que me gustó fue el señor Bowditch, un amargado visto desde fuera, pero para mi una persona muy lista.
De los personajes de "fantasía" no os hablo porque os destriparía el cuento... pero mi favorito es el grillo...
La historia tiene acción, tiene una pizca muy muy tenue de romance, pero mucha aventura, y me pareció un mensaje para la burguesía... que al final, si no llega el mundano, no se ensucian las manos...
Algo que de seguro refleja la perspectiva que se tiene de esa alcurnia en nuestros días...
Stephen no desepciona, siempre hace que visualices todo como en una película sin mucho esfuerzo, con frescura y sin florituras.
Pero para mi es un cuento de niños, digno de una peli de Disney, así que lo recomiendo si buscáis distraeros un poco y viajar a un mundo más simple...
No da para nada miedo nunca, pero os hará sentir en tensión ya que la forma en que está narrado hace que vivas mucho las sensaciones del personaje principal.
Yo vi flashes de muchas historias y cuentos en este libro, pero no voy a enumerarlas para que las descubráis...
Aquí os dejo la sinopsis... para ir abriendo boca...
Charlie Reade parece un estudiante de instituto normal y corriente, pero carga con un gran peso sobre los hombros. Cuando él solo tenía diez años, su madre fue víctima de un atropello y la pena empujó a su padre a la bebida. Aunque era demasiado joven, Charlie tuvo que aprender a cuidarse solo... y también a ocuparse de su padre.
Ahora, con diecisiete años, Charlie encuentra dos amigos inesperados: una perra llamada Radar y Howard Bowditch, su anciano dueño. El señor Bowditch es un ermitaño que vive en una colina enorme, en una casa enorme que tiene un cobertizo cerrado a cal y canto en el patio trasero. A veces, sonidos extraños emergen de él.
Mientras Charlie se encarga de hacer recados para el señor Bowditch, Radar y él se hacen inseparables. Cuando el anciano fallece, le deja al chico una cinta de casete que contiene una historia increíble y el gran secreto que Bowditch ha guardado durante toda su vida: dentro de su cobertizo existe un portal que conduce a otro mundo.
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