290 páginas de una trepidante historia contada en distintos tiempos y perspectivas de una manera muy fluida y amena que me ha enganchado desde las primeras líneas hasta el final.
La elocuencia de ésta escritora mexicana me dejó realmente alucinada, pues me enganchó al libro de una manera brutal, no podía parar de leer página tras página, en solo una tarde ya iba por la mitad del libro, porque narra con tanta facilidad los hechos y sensaciones de los personajes que no solo me fue fácil de seguir las historias paralelas, y los viajes a los orígenes de la protagonista, si no que te mantiene pegada a las páginas del libro hambrienta por saber qué es lo que va a pasar.
Añadido recientemente en la sección de novedades de la biblioteca central de mi ciudad, (TEA para los de Tenerife) éste libro narrado en primera persona en la parte del presente que atañe a la protagonista y en tercera persona en el resto, se divide en 40 capítulos muy cortos pero completos, que ilustran la historia muy gráficamente.
La historia es muy triste, trata el bulling y las consecuencias de los traumas psicológicos que se improntan desde la infancia, pero que se reviven durante el resto de la vida del personaje principal, para ir construyendo la personalidad tan peligrosa como la de una asesina.
Durante la lectura experimenté distintas sensaciones, hay momentos en los que te dan ganas de pegarle a más de un personaje, y hasta comprendes porqué la asesina acaba siendo así.
También me pareció magistral la manera en que reflejó la realidad que viven las mujeres respecto al machismo tácito de los hombres aún en la actualidad, y más aún en una sociedad como la mexicana. Yo que vengo de cultura latinoamericana entiendo a la perfección la visión de las dos féminas protagonistas de las historia y me sentí reflejada en varias situaciones que experimentaron ambas, aunque debo reconocer que mi crianza en Canarias ha favorecido a que tenga una perspectiva más amplia del tema, ya que aquí aunque aun queda mucho por pulir en ese apartado, las situaciones que me he encontrado son muy diversas y he visto a muchos hombres que si han sido educados en una ideología más sana.
Para ilustrar esos paralelismos con los que creo que muchas de nosotras podríamos identificarnos he seleccionado varios fragmentos de la lectura. También por la acertividad en la elección de palabras son dignos de mención, aunque supongo que cuando cada una de nosotras lea una historia así, se acabará quedando con infinidad de textos que le reflejen un poco su propia realidad.
Pág. 29:
Construir, crear, precisa de trabajo, concentración, disciplina; el vandalismo, en cambio, ofrece un desfogue inmediato y resulta mucho más sencillo. Hay que ser un artista para transformar la realidad y regalar al mundo expresiones positivas. Crear de la nada algo que antes no existía. En cambio, la destrución se apropia y usa lo que alguien más ya hizo. Destruir no es más que una ambición retorcida de quien carece de talento.
Esta parte se refiere a las personas que le hacían Bulling al personaje principal, pero considero que se puede extrapolar a infinidad de situaciones, desde una persona a la que no le importa ensuciar allá por donde va; ya sea un bosque, una playa, la calle o un parque, hasta incluso grandes empresas que solo les interesa el beneficio rápido como por desgracia sigue ocurriendo a día de hoy en pleno siglo 21. Pero también refleja la envidia de las personas sobre aquellas a las que no paran de criticar, un ejemplo perfecto serían los heaters de las redes.
Pág. 152
Por eso no se permitió seguir ponderando su decisión; esa sería la regla de ahora en adelante. Demasiados pensamientos paralizan y no podría darse el lujo de quedarse inmóvil.
Creo que esto nos ha pasado a todos en millones de ocasiones, pero sobre todo a las mujeres, porque solemos meditar mucho todas las acciones y consecuencias de nuestros actos, y es que a muchas nos han inculcado tanto el sentido de la responsabilidad y la culpabilidad de todo, que siempre andamos evaluando cada uno de nuestros actos para evitar en lo posible los juicios que le preceden a cualquier decisión que llevemos a la acción. De ahí que sea tan determinante la acción.
Pág. 165:
La imposibilidad de ser comprendida es deprimente. Me hace sentir sola en el universo. Por más que intentara contextualizar para alguien más lo que he sufrido desde niña no funcionaría. Nadie ha vivido lo que yo y ver algo desde fuera, desde la realidad propia y distinta, ayuda a juzgar, pero no ha comprender. Tendrían que ser yo. Y ni siquiera yo misma sé cómo terminé aquí. Puedo trazar los pasos, el camino que he seguido desde entonces hasta ahora; con todo, me temo que tampoco entiendo. ¿Existe un porqué para la naturaleza humana? ¿Una explicación científica, comprobable, exacta?
Evidentemente aquí la propia protagonista se autoevalua y seudo justifica su condición como ocurre siempre con todos los asesinos, que buscan una razón de ser. Pero si extrapolamos esto a la vida cotidiana, y más en los tiempos que corren donde cáda vez más la depresión y la ansiedad forman parte de la cotidianidad, encontramos que más de una persona se ha sentido o se siente en la misma situación, y es que hacernos entender siempre ha sido complicado pero entendernos a nosotros mismos es aun peor y la sensación de desamparo que te invade cuando convives con estas emociones es devastadora hasta para el más equilibrado de los humanos.
Pág. 185:
La literatura es útil para ser más culto e inteligente que el resto de los imbéciles que no saben poner sujeto con predicado ni ordenar sus escasas ideas con un mínimo de coherencia, sería la respuesta más apropiada en estos casos. La literatura sirve para vivir otras vidas más allá de la vida patéticamente que nos tocó vivir. La literatura es catártica, medicinal, terapéutica. La literatura equivale a escudriñar los cerebros de otros, de los que poseen más vida neuronal que cualquiera de los compañeros en el salon. La literatura es escape, es libertad.
Este párrafo es un pensamiento que al personaje principal le gustaría poder decirles a sus alumnos, pero que sabe que porque son unos adolescentes y porque como siempre pasa con sus interlocutores, no la van a tomar en serio, mejor se guarda para si misma y de este modo no llevarse una bofetada más de su entorno.
A mi me parecieron unas palabras tan verídicas como una catedral, si se me permite la comparación hiperbólica, porque me he dado cuenta del efecto de la lectura en mi misma, me ha ayudado a expresarme mejor y aunque aun me queda mucho por aprender también ha contribuido a mi propio entendimiento personal y de mi entorno. Además me ha hecho viajar y experimentar sensaciones que de otro modo no hubiese podido, salvo que me ganara la lotería y me convirtiera en una viajera temeraria que se olvidara de juicios y consecuencias.
Pág. 199:
No podía posponerlo más: tenía que decirle adiós a Falco. Las moscas eran ya un problema serio. No importaba si las ventanas estaban abiertas o cerradas, volaban por toda la casa como una legión de diminutos y enloquecidos demonios. Dos o tres veces al día asperjaba la casa con insecticida en aerosol y la llenaba de todo tipo de desodorantes aromáticos y velas. Esparció cal por el suelo; encendió varitas de incienso. No había forma de disfrazar aquello. Aun los novios más dóciles tienen que marcharse.
Vale aqui la verdad es que no se si lo hizo a posta o simplemente soy yo que veo paralelismos en todas partes, pero ¿no es esto un ejemplo de lo que ocurre en la realidad con los amores fallidos?
Tod@s hemos tenido relaciones que llegan a un punto en el que son insotenibles, las moscas endiabladas son las discusiones y las malas sensaciones que tenemos con esa persona que ya no nos deja respirar como ocurre con un cadaver encerrado en una casa, que la pestilencia es asfixiante. También pasa con pensamientos y situaciones de la vida que no nos dejan avanzar pero que tarde o temprano llegan a un punto en el que nos vemos obligados a deshacernos de ello como a la asesina le sucede con su muerto.
Pág. 216:
…pero aun el mejor chiste termina por desgastarse.
Esta frase se la voy a dedicar a un buen amigo mío, que siempre dice los mismos “chistes” o comentarios estúpidos que riman, según él graciosos pero que en realidad tras años escuchando lo mismo cada vez ya es un poco cansino…
Pues bien, hasta aquí mi reseña de Cara de Liebre. La novela negra de Liliana Blum que me leí en un par de horas del viernes y el sábado. Se las recomiendo totalmente a todos, por su fluidez y su intensidad estoy segura de que la váis a disfrutar, y además la podéis conseguir sin coste alguno, en la biblioteca del TEA en Tenerife.
Si has leído hasta aquí, siente mi más aparentado abrazo!
GRACIAS
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