Todo en la vida tiene su porqué, pero solo se conoce cuando miras hacia atrás.
Así comienza la aventura de éste primer libro de Javier Castillo, un malagueño que estudió empresariales y se pasó a la novela negra con un exitazo como éste: El día que se perdió la cordura.
Ahora entiendo porqué. Desde el primer momento te engancha, a mi me suelen gustar las novelas negras, ya iréis viendo en mis post de lecturas que mis gustos son variados pero la tendencia predominante es éste estilo.
Porque tiene aventura, me mantiene en vilo todo el libro y me encanta que me sorprendan, pero sobre todo porque me llama la atención seguir el curso de una investigación y descubrir la verdad. Me gustaría creer que en la realidad se hace así, pero hay documentales de encarcelados por error en todo el mundo así que me da que lo de que los buenos siempre ganan es solo en la ficción.
Éste libro en particular me lo he leído en dos semanas, porque lo estiré para no acabarlo tan rápido, señal de que está muy bien preparado, los capítulos no son excesivamente largos y a pesar de que el escritor te muestra la historia desde distintos tiempos, no es difícil de seguir. La edición de bolsillo que me leí es de 447 páginas.
Lo que más atrapa de ésta historia es que nada, absolutamente nada, es lo que parece, y hoy en día es difícil sorprender al lector con tantas historias parecidas, tantas pelis y series que muestran tramas parecidas, además se dice siempre que el que parece desde un principio el culpable lo es, y en éste caso le dieron una vuelta tan elegante a todo eso que hasta agradeces que las primeras sospechas no sean ciertas.
Lo confieso, la principal razón por la que me ha enganchado el libro, es porque soy una romántica empedernida, y aunque me gusta la acción y el suspense, que haya una historia de amor hilándolo todo me atrapa.
Por eso me enganchan los autores que logran mezclar inteligentemente todos los puntos claves de una historia así.
Que te hagan soñar con el amor, ese como el que se describen en los clásicos, ese que perdura a través de los años, esas historias desgarradoras donde se separa a los amantes y luego se les reúne muchos años después y todo sigue igual de mágico y vibrante, hace que algo en el fondo de mi mantenga la esperanza, la creencia de que el amor existe.
Para mí, el amor de una historia en un libro sale de un humano que de algún modo la ha sentido, y si existe en la imaginación y sentir de un escritor, tiene cabida en la realidad.
Otro detalle que me ha encantado es el punto psicológico de la historia, ver como unos padres que no logran comprender a una hija adolescente por emitir juicios antes de escuchar y comprender, o si quiera creer a su hija, al final les pasa una muy costosa factura, no solo te hace comprender lo difícil que es ser padre, si no lo importante de la comunicación en todas las relaciones.
Os recomiendo encarecidamente éste famoso bestseller.
El libro forma parte de una bilogía, fue el primer libro del autor español Javier Castillo y continúa con "El día que se perdió el amor". Aun no lo tengo así que mientras estoy leyendo una historia totalmente diferente, del género fantástico, para no mezclar historias, atentos a mi próximo articulo sobre lecturas porque me está gustando mucho también así que os lo recomendaré.
He leído a otros autores como Eva Saenz y Carmen Mola, que también son de novela negra, pero si tenéis más sugerencias de lecturas de ese género me lo podéis comentar...
Os dejo con la cita con la que se titula la sinopsis que trae el libro en su contra portada, otra genialidad del autor, que sus lectores suelen compartir mucho, sus frases...
A veces el destino nos pone a prueba para que sepamos que existe.
Sinopsis:
Centro de Boston, 24 de diciembre. Un hombre camina desnudo con la cabeza de una joven. El doctor Jenkins, director del centro psiquiátrico de la ciudad, y Stella Hyden, agente de perfiles del FBI, se adentrarán en una investigación que pondrá en juego sus vidas, su concepción de la cordura, y que los llevará hasta unos sucesos fortuitos ocurridos en la misteriosa localidad de Salt Lake diecisiete años atrás.
Con un estilo ágil sembrado de referencias literarias -García Marquez, Auster, Orwel o Stephen King- e imágenes impactantes, Javier Castillo construye un thriller narrado a tres tiempos que explora los límites del ser humano y rompe los esquemas del género de suspense. Amor, odio, destino, extrañas prácticas, intriga y acción trepidante inundan las páginas de una novela que se convirtió en todo un fenómeno editorial antes de su publicación en papel.
Javier Castillo es sin duda el nuevo fenómeno de la literatura europea. -Joël Dicker.
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